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Sylviane Alaux, la diputada activista a pie de zulo
La parlamentaria por Lapurdi, entre 2012 y 2017, fue una de los 172 observadores del desarme de ETA que custodió los arsenales
(Publicado en DEIA-Grupo Noticias el 10/04/2017)
La diputada socialista por Lapurdi Sylviane Alaux (1946) no deja de sorprender. El sábado fue una de las 172 personas que custodió uno de los zulos de ETA. Sobre las siete de la mañana todos los observadores se reunieron en Baiona, donde formaron varios grupos que posteriormente se desplazaron hasta los ocho escondites con las armas y explosivos que iban a ser entregados. Alaux siguió el grupo encabezado por Mertxe Colina, integrante del colectivo de mujeres Ahotsak y que representó a Abertzaleen Batasuna en la firma del pacto de Lizarra Garazi.
Acompañadas por una decena de personas, ambas se dirigieron a las orillas del lago de Senpere, donde encontraron varias bolsas y cajas metálicas que contenían 156 kilos de explosivos, 24 detonadores, 159 temporizadores y 1.450 balas. Al parecer, poco antes, varios desconocidos transportaron este material desde una casa hasta la zona de pic-nic del lago para garantizar el anonimato de los dueños de la vivienda en la que se mantenía oculta esta parte del arsenal de ETA. Despúes de que el emisario de la Comisión Internacional de Verificación dejara la lista y la geolocalización de los zulos en manos del fiscal de Baiona, varios vehículos de agentes antidisturbios y artificieros aparecieron en pocos minutos en cada uno de los sitios. En el lago en el que cada año se celebra Herri Urrats, los agentes se encontraron con Colina y Alaux, y en una conversación más que cordial entre los agentes y los denominados Artesanos por la paz, la diputada, que goza de inmunidad parlamentaria, dejó claro que acompañaría a la responsable del grupo. Su intervención no fue necesaria porque no se registraron detenciones en Senpere.
Alaux, militante del PSF desde 1977, fue una de las primeras personas que aceptó participar en esta operación. "Es una etapa decisiva en el proceso que
sigo desde hace años", asegura. El desarme permite, a su juicio, crear nuevas condiciones para profundizar en el camino hacia la paz.
Tras la operación policial de Luhuso, Alaux mostró inmediatamente su solidaridad a los cinco detenidos y, junto a los principales cargos electos de
Iparralde, afirmó estar dispuesta a llevar a cabo el mismo tipo de acciones. Pocos días despúes participó en la bienvenida a Txetx Etcheverry en la estación de Baiona despúes de que el militante
pacifista saliera libre del tribunal de París. La diputada socialista intenta ayudar incluso a los presos de ETA que están enfermos como Lorentxa Guimón, ya en libertad, Oier Gómez que sufre un
cáncer de los huesos o Ibon Fernandez Iradi, Susper, que padece esclerosis múltiple. "No podemos añadir violencia a la violencia. No se puede pedir respetar leyes por un lado y no respetarlas en
otros casos", zanja la diputada socialista que, contra todo pronóstico, venció a la conservadora Michèle Alliot Marie en 2012. La exministra de Defensa, Interior y Justicia perdió el escaño que
ocupaba durante más de 25 años al obtener menos sufragios que Alaux. En la segunda vuelta contó con el apoyo de EH Bai, aunque apoya la construcción de una nueva línea de tren de alta velocidad entre
Burdeos y Gipuzkoa.
La diputada Alaux criticó que el primer ministro Manuel Valls impusiese la nueva ley laboral en Francia con un decreto que dio la espalda al
parlamento. Tampoco le perdona haber rechazado la creación de una Colectividad Territorial Específica en Iparralde. Acude todas las semanas a decenas de actos y se siente tan comoda en la fiesta de
las ikastolas como en compañía de antiguos combatientes. Cada año acude al día del orgullo gay en Biarritz y durante el tenso debate sobre el matrimonio para personas del mismo sexo provocó un
diluvio de insultos, gritos y críticas al declarar desde la tribuna de la Asamblea Nacional que siendo madre de un homosexual tenía que defender una ley que daba los mismos derechos a todos sin
quitar nada a otro.
La prensa sarcástica de Iparralde le ha dado el mote de Mamie Nova en alusión a una marca de yogures cuyo emblema es una abuela. Acostumbrada a
insultos machistas, hace alarde de buen humor asegurando no sentirse molesta por la comparación. A excepción de su fidelidad al presidente Hollande, ni los alcaldes conservadores de Iparralde
encuentran argumentos para criticar el trabajo de una diputada que ha impuesto una nueva forma de hacer política.
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